lunes, 13 de abril de 2020

Ayin. Parte II

El paso de un punto a otro (de positivo a negativo o viceversa) es posible gracias a que éste se produce dentro de un sistema que lo ampara. Es necesaria una trinidad que justifique el movimiento de la dualidad.

Esta entrada podrá comprenderse de manera experimental si el lector dispone de dos espejos y los enfrenta entre sí. Esto es lo que sucede cuando un Ojo mira a Otro Ojo, o sea, cuando un Ojo se mira a sí mismo.



Segunda Parte

Cuando el Ojo de Dios (similar a Adam Kadmon, Samael Prime, el primer Observador, el Creador, Yaldabaoth, Saklas, YHVH, el anciano de días...) se ve a sí mismo se forma un túnel infinito que "devora el tiempo de manera exponencial", es decir, que un cambio en la primera etapa del túnel  (la más cercana al Ojo) tardará un tiempo en reproducirse en cada una de las etapas posteriores, que parecerán que le están imitando. Este tiempo de respuesta de una etapa a otra se va acumulando hasta el infinito, es decir, hasta que el Observador lo pierde de vista de una forma u otra. Por tanto el Observador se pierde de vista a sí mismo y así surge el Pasado a partir del Presente.





Antes de continuar quiero decir que cada una de estas etapas que conforman el túnel no son otra cosa que lo que el Ojo ve en su totalidad, y el paso de una etapa a la siguiente no es otra cosa que el Ojo viéndose a sí mismo. De manera cronológica y causal esto se explica como: 1) el Ojo es en el Absoluto. 2) En segundo lugar el Ojo ve algo, 3) en tercer lugar el Ojo ve que está viendo algo (se ve a sí mismo). Es a partir de esta tercera fase que se genera (que se tiene consciencia de) el primer momento Presente. 4) En cuarto lugar el Ojo observa el momento presente y entonces se genera el momento Pasado. 5) En quinto lugar el Ojo ve el Pasado y entonces aparece el Futuro, porque no puede saberse en qué dirección se está moviendo la Visión que se ve a sí misma puesto que no tiene ningún punto de referencia establecido (su referencia es ella misma). Este túnel genera la "ilusión" de la creación de un tiempo, es decir divide el Absoluto en distintas etapas individuales que muestran paso a paso el Absoluto: convierte lo analógico en digital. De esta manera permite el paso de una cosa a otra. 





La luz no está sometida al tiempo, ¿cómo es posible entonces que dentro de este pozo de infinitas etapas haya un desfase tal que produzca la "ilusión" de tiempo? Pues el tiempo no es otra cosa que la empatía del Observador. Es el Ojo quien en cada caso activa el Inicio de la Revolución que es el Inicio del Tiempo:

El Ojo del Absoluto se mira a sí mismo, lo cual se visualiza como dos ojos del Absoluto mirándose entre sí. La Luz (la Visión) viaja entonces de un Ojo al Otro y del Otro al Uno, formando un ciclo aparentemente circular. Cada momento no es otra cosa que la Luz completando una vuelta en ese círculo: en cada momento el Observador recibe la Luz, es decir Observa. Cuando el Observador Observa ocurre la Revolución¹ que es el Presente. De esta manera el Observador, simplemente por ser Observador, crea el Presente y como consecuencia de ello crea también el Pasado y el Futuro. Presente, Pasado y Futuro no son otra cosa que las palabras que nos permiten la existencia de más de un Observador, es decir son las palabras que permiten que el Observador se Observe a sí mismo: que tenga consciencia. Son entonces Pasado, Presente y Futuro los momentos en que un Observador describe la Revolución de la Observación. Siendo el Presente el momento en que canta un gallo, el pasado el momento en que el gallo cantó y el futuro el momento en que el gallo cantará.


¹. Revolución: dicho de una cosa que vuelve al punto del que salió. Ejemplo: 365 días es el tiempo que tarda el Sol en completar una revolución solar.


Un anciano necesita ayuda para cruzar la calle. ¿Por qué cruza el anciano la calle?


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